Luna de Miel ¿De dónde viene esa expresión?
El término “luna de miel” que se mantiene aún vivo, deriva de las costumbres nórdicas y de los Teutones. Ellos sólo celebraban las bodas durante “las lunas llenas”, y las parejas debían beber licor de miel o hidromiel en la boda, y todas las noches siguientes, hasta la llegada de una nueva luna llena. La hidromiel es el único alimento de Odín, padre de todos los Dioses nórdicos. La hidromiel es una bebida legendaria elaborada a base de vino y miel, y se consideraba que aumentaba la fertilidad.
Pero el uso de la miel en la celebración de los enlaces matrimoniales tiene un origen tan lejano como la historia.
Los registros escritos más antiguos sitúan su uso en Babilonia, hace más de 4.000 años, cuando era costumbre que el padre de la novia diera al novio toda la cerveza miel que pudiese beber durante un mes (una luna completa de fase a fase).
Entre los romanos era costumbre que la madre de la novia obsequiara a los recién casados una vasija con miel, que se dejaba en la alcoba nupcial cada noche durante un mes o una luna (transito completo). El hidromiel y el vinagre de miel constituyen las preparaciones fermentadas más antiguas de la humanidad; la primera sobre la base de la fermentación alcohólica de mezclas de agua y miel, y la segunda, obtenida por fermentación acética.
En el fondo, antiguamente y ahora, la miel en la noche o noches de boda han tenido como propósito aumentar la fertilidad de los recién casados, aprovechando el poder energético de la miel o brindándoles un elemento de excitación cuando era tomada con cerveza, vino o licor de hidromiel.
Esperamos que lo hayáis visto tan interesante como nosotros.